Estamos muy acostumbrados a esperar que cada que empezamos un plan alimenticio debemos quitar alimentos, reducir porciones, prohibir ciertos productos, y a veces hasta evitar tiempos de comida . Sin embargo, un plan de alimentación va mucho mas allá de solo quitar alimentos para poder bajar de peso.
En el deporte es importante cuidar el tipo de alimentación que llevamos ya que este nos puede llevar a resultados que tal vez no coinciden con nuestros objetivos personales o con los objetivos del deporte que practicamos. Aquí te explicaré los dos tipos de alimentación más conocidos en el deporte para comprender un poco sobre como establecer un plan adecuado a tus objetivos.
DEFICIT CALÓRICO
El deficit calórico significa ingerir menos calorías de las que de las que nuestro cuerpo necesita para mantener el peso actual. Esto lo conseguimos combinando una reducción de ingesta de alimentos con un aumento en la actividad física.
Uno de los objetivos principales del déficit calórico es la pérdida de peso y grasa corporal. Esto sucede ya que nuestro cuerpo utiliza las reservas de grasa para obtener energía en lugar de utilizar la energía consumida.
Existen deportes en los cuales se necesita llevar un control del peso y grasa corporal para conseguir un buen rendimiento y perfomance de la actividad. En estos casos es recomendable establecer el deficit calórico para el deportista. Sin embargo, debe llevarse de manera equilibrada y saludable ya que un manejo inadecuado de un deficit puede crear efectos negativos en nuestra salud.
Es importante saber que déficit calórico no significa eliminar tiempos de comida y prohibir alimentos. Este tipo de alimentación se debe guiar de manera correcta para evitar deficiencias, ya que el objetivo principal es reducir peso y grasa corporal sin dejar de aportarle al deportista los nutrientes necesarios durante su día a día.
SUPERÁVIT CALÓRICO
El superávit calórico significa consumir más calorías de las que el cuerpo quema en un día. Sus objetivos principales en deportistas son el subir de peso y mejorar el porcentaje de masa muscular. Al tener este tipo de alimentación, proporcionamos al cuerpo la energía necesaria para realizar entrenamientos de alta intensidad y nos puede facilitar la recuperación muscular.
La cantidad de calorías adicionales dependerá del tipo de actividad y la intensidad con la que se practique. Normalmente se realiza un aumento en las porciones de proteína para ayudar en el crecimiento muscular y de carbohidratos para aporte de energía.
En este tipo de alimentación es recomendable realizar más tiempos de comida durante el día para así fraccionar las calorías y así facilitar su consumo. También podemos recurrir al uso de suplementos como las proteínas en polvo para alcanzar las metas calóricas a lo largo del día.
Se recomienda siempre llevar cualquiera de los planes de alimentación de la mano de un experto ya que podemos exponernos a deficiencias o excesos de nutrientes que ponen en riesgo nuestra salud y nuestro rendimiento en el deporte.
No olvides comentarle a tu nutriolog@ todos tus metas y objetivos para así poder llevar un plan 100% adecuado a tus necesidades.
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